lunes, 4 de mayo de 2009

Diablo rojo

Diablo rojo.

La sangre corría por sus venas, caminaba cada vez mas aprisa, sin rumbo, la sangre le hervía, en fin, una euforia se apoderaba de ella, y no había razón, pareciese que un diablo rojo la tomara como posesión suya, ella inmersa en su mar de sensaciones alteradas, se dirigía hacia ningún lugar, no venia la calma, la inquietud perduraba, no había razón para sentir ésta energía dentro de sí, qué le pasaba, ella no lo quería saber, solo quería sentir, sentir ese deliciosos fuego en su cuerpo, sentir ese diablo rojo que llego a la parte mas pequeña de su ser y la invadió de ritmo, pronto otro ritmo fue invadiéndola poco a poco, como el café que se toma en las mañanas de frio, lento despacio, pero aun la cadencia del ritmo seguía en ella, despertándola y haciéndole traer miles de ideas a la cabeza, irónicas, incoherentes, absurdas imaginando escenarios inhóspitos, ordinarios todos junto en un collage de lugares extraños pero familiares, el sentir se describe como las sobras de una explosión de energía, impidiéndole el sueño, pero aumentándole las ganas de seguir soñando, como si el enamoramiento de una adolescente entrara de nuevo en su pecho, la emoción de la montaña rusa invadiera cada milímetro de su piel, será este el ocaso de un a caso, o el principio de un buen final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario