Me abordas por la espalda tocando mi hombro desnudo, me preguntas sobre lo que hago y de pronto una llama de curiosidad, de intriga con una pizca de voyerismo me clava la pregunta del millón.
-¿una bohemia como tu como se divierte?
No respondo de inmediato, limito mi discurso a mirar a mi interlocutor y a mí alrededor.
Por fin respondo: - ¿dónde traigo puesta la etiqueta que me denomina bohemia?
-se te nota en el porte.
-no me sabía con porte y mucho menos con un porte bohemio.
Observo tu silencio y se que estás a punto de retirarte, pero hay algo en ti que me hace retenerte por unos instantes mas, te pregunto torturándote con una mirada con dos gramos de clarividencia.
-¿Qué me hace bohemia?
Decides no partir, te sientas a mi lado, me robas la última bocanada del cigarro que tengo entre mis dedos.
-bohemia, bohemia es tu solitaria existencia, acompañada solo por tus pensamientos incomunicables tan claros y tan perpetuados en tus ojos de roca, que no saben hacer otra cosa mas que brillar, que te hacen parecer mas cariñosa, mas juguetona, las lánguida, y perdida. Cada que te observo aquí, siempre estas sentada con tu pie debajo de tu muslo, con tu hombro descubierto, no por que utilices ropa sexy y provocativa, si no mas bien por la exageración de las tallas extra que seleccionas para tu vestir. Eres bohemia por tus cabellos descuidado y en revueltas te describe así, por que tu bolso parece piltrafa donde se que cargas tus sueños. Eres bohemia por que solo tú puedes retarme con tu lenguaje frio y tu mirada de playa por la tarde. Eres bohemia por que solo algún bohemia puede permanecer solo, tan sólo escuchando música, tan solitariamente acompañada de otro solitario que la nombra bohemia y que trata de enamorarla con la casi ausencia de romanticismo en tan pequeñas cortas palabras.
Te miro tratando de escanear las intenciones de tus palabras, se que solo quieres compañía para la noche, te sigo mirando mientras evito coquetearte.
-¿caminamos? Me encuentro sorprendida al preguntártelo.
No vociferas nada, únicamente te levantas de tu asiento, te pones el destino como abrigo y contestas:
-¿hay otro para los bohemios enamorados?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario